Ya me quedan menos pensamientos dentro del armario y menos mal y porque sino se van pudriendo. Los pensamientos son como la ropa que guardas dentro del armarios y te la pones o por lo menos la ventilas de vez en cuando y porque sino se entumece y toma forma de hongo y al final, ya no sabes si aquello era un jersey o era un polo del club naútico o del aeroclub. Y aquí, que es el reino de las humedades más profundas, te puedes encontrar con que el jersey lo lleva puesto un pez o que tu polo preferido, ya forma parte del ajuar de una preciosa sirena.
Y yo que venía de Cádiz y estaba convencido de que venía de uno de los sitios más húmedos del mundo, pues nada, que de repente me encontré en ésta Isla y se me cruzaron las cables por la humedad reinante y si fueron a tomar por el culo mis pensamientos preconcebidos y ahora ésta Isla de Menorca ocupa el primer lugar entre las humedades por mi conocidas. Hablo de humedades del tiempo o ambientales y no hablo de otro tipo de humedades, que también existen y son más ricas y sabrosas que éstas.
Bueno, de ese tipo de humedades prefiero no hablar y porque me pongo muy malito y después me quedo muy afectado. Digamos que son humedades que se quedaron entre la telarañas de los tiempos y casi no recuerdo los olores y sabores de esas partes tan pecaminosas. Bueno, eso es como andar en bici y después de mucho tiempo, pues que nunca se te olvida y puedes trastabillear un poco al principio, pero después ya te
conviertes en un experto redomado.
Y yo que venía de Cádiz y estaba convencido de que venía de uno de los sitios más húmedos del mundo, pues nada, que de repente me encontré en ésta Isla y se me cruzaron las cables por la humedad reinante y si fueron a tomar por el culo mis pensamientos preconcebidos y ahora ésta Isla de Menorca ocupa el primer lugar entre las humedades por mi conocidas. Hablo de humedades del tiempo o ambientales y no hablo de otro tipo de humedades, que también existen y son más ricas y sabrosas que éstas.Bueno, de ese tipo de humedades prefiero no hablar y porque me pongo muy malito y después me quedo muy afectado. Digamos que son humedades que se quedaron entre la telarañas de los tiempos y casi no recuerdo los olores y sabores de esas partes tan pecaminosas. Bueno, eso es como andar en bici y después de mucho tiempo, pues que nunca se te olvida y puedes trastabillear un poco al principio, pero después ya te
conviertes en un experto redomado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario