Cada día me siento más adaptativo y como un camaleón me camuflo dentro del entorno que tengo alrededor, lo digo, porque ahora estoy sentado en una esquina de una mesa que está llena de trastos que aún me quedan por colocar en su sitio y como una hormiguita laboriosa hice mi esquinita de escribiente y no me va tan mal la cosa, me conformo de momento con éste trocito de mesa, que no de cielo. Claro que si levanto la vista del teclado se me cae el alma a los pies y por eso también me digo, que no me conformo, que tengo que acabar rápido con éste calvario de caos.
Tengo tantas cosas en mi cerebro que me van a salir tumores o patatas cerebrales. Y todos los días lo quiero todo, quiero escribir al mismo tiempo que se fríen las patatas, quiero comprarme libros de medicina, quiero ir al cine, quiero y de una vez por todas, poner el suelo de madera a mi casa y arreglar los enchufes y al mismo tiempo ir guardando los trastos y sobre todo, quiero tener listo mi cuarto de estudio, con su mesa, con su flexo, con su música, con mis cuentos y pensamientos y con mi poster de una tía en pelotas
.
Como se ve, me adapto a lo que sea, pero hasta cierto punto y al final decido que doy como máximo una semana de plazo para arreglar éste desaguisado en que estoy inmerso. O dentro de 7 días todo está en su sitio o yo me suicidio. Y ya tengo otro tema para comerme más el coco, que forma prefiero de suicidio, si mientras me doy un baño y tiro el secador al agua o directamente cojo un cable de alta tensión y me lo meto por el culo y de las dos formas me quedo frito y tieso.
Tengo tantas cosas en mi cerebro que me van a salir tumores o patatas cerebrales. Y todos los días lo quiero todo, quiero escribir al mismo tiempo que se fríen las patatas, quiero comprarme libros de medicina, quiero ir al cine, quiero y de una vez por todas, poner el suelo de madera a mi casa y arreglar los enchufes y al mismo tiempo ir guardando los trastos y sobre todo, quiero tener listo mi cuarto de estudio, con su mesa, con su flexo, con su música, con mis cuentos y pensamientos y con mi poster de una tía en pelotas.
Como se ve, me adapto a lo que sea, pero hasta cierto punto y al final decido que doy como máximo una semana de plazo para arreglar éste desaguisado en que estoy inmerso. O dentro de 7 días todo está en su sitio o yo me suicidio. Y ya tengo otro tema para comerme más el coco, que forma prefiero de suicidio, si mientras me doy un baño y tiro el secador al agua o directamente cojo un cable de alta tensión y me lo meto por el culo y de las dos formas me quedo frito y tieso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario