PASIONAL

Si en ésta vida hay algo que se me pueda reprochar sobre lo demás, es que he sido un buen vendedor de ilusiones, incluso mejor que los ciegos cuando venden sus cupones llenos de ilusiones. Yo he sido un verdadero especialista y todo por culpa de dejarme llevar por las pasiones. Si me reivindico muy pasional y eso tiene su parte buena, que hago las cosas con entusiasmo, por lo menos de las que estoy convencido o como dicen los cursis, las que me dicta el corazón.

En cada relación nueva, en cada nueva amistad yo dejaba depositado todo mi entusiasmo, pero también es verdad que pasada esa fase efusiva, me desinflaba como un globo pinchado. Una de mis cualidades no es el ser constante, más bien al revés, inconstante y desequilibrado. La seguridad me produce grandes sarpullidos en mi suave piel latina, me produce hondas dudas y me produce y por rechazo, grandes desequilibrios. Curioso no?, que la seguridad al final me produzca inseguridad.

Pero a lo que vamos, yo fui un buen vendedor de ilusiones y a veces me arrepiento de ello. Porque yo mismo me las creí y se las hice creer a la otra persona y el resultado final fue lo que menos pensaba que fuera o sea lo contrario de lo que vendía o me creía. Y me hice daño e hice más daño, pero no puedo remediarlo, soy un ser pasional y así me reivindico.

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JULIO CORTÁZAR