Hoy mientras un trozo de mi coco se cubre de negro, el otro reluce como una veta de oro, sólo hay que descubrirlo y darle chanza o vidilla. No todo van a ser muertes y matanzas, también hay amores locos y apasionados y hasta hay lujurias escondidas y olvidadas. Todo es cuestión de tirar del hilo adecuado y una vez que tires con fuerza, salen a borbotones los buenos pensamientos. Pues hy tengo un pensamiento dedicado al amor libre.
Ese amor libre que hoy está tan denostado y que en cambio fue una quimera de finales del siglo XX. Ni parejas de hecho ni de cohecho, todos a follar como jabatos y sin celos, ni posesiones, sólo el concentrarse en el folleteo. Me gusta y me entusiasma esa idea, el amor libre y sin cortapisas. El follar por follar y el follar porque me apetece más y hasta que me quede extenuado. Ahora, en éstos tiempos en que vivimos, está mal visto, porque dimos muchos pasos atrás en éste sentido.
Lo tuvimos al alcance de la mano y a mi hasta me dio tiempo de saborearlo un poquito en mis tiempos jóvenes, pero solo un poquito. Porque después pasó lo que pasó, que las fuerzas vivas y que controlan todo el cotarro, se encargaron de poner a ese movimiento como a una panda de desquiciados descontrolados y entonces volvimos a lo de siempre, a vivir en pareja, a sentir celos, a ser propietarios de otro cuerpo, al yo te amo tanto que no puedes estar con otro, en fin, que volvimos al mismo gallinero de siempre y ahora todos somos o fuimos propietarios de otro cuerpo.
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