La estupidez se mide en grados caloríficos y si un tío estúpido cualquiera, pasa de 37º, no es fiebre lo que tiene, es sólo que fermenta su estupidez latente y a partir de 38º, la cosa indica que la estupidez no es latente, sino que es evidente. Pero ésta es sólo una forma más de medir la estupidez, porque con un simple vistazo a esa persona diana, ya descubres que su personalidad no es normal y que padece un grave trastorno de la personalidad.
A un tío estúpido se le identifica porque viste entre pijo y hortera o sea que quiere ser lo que no puede ser y lo que no puede ser en éste caso, es ser un pijo. Un estúpido es un tonto con pretensiones que intenta disimular su procedencia social y si hace falta para ocultar ese rasgo, se viste hasta de margarita pija. En realidad padece de complejo de clase y por tanto reniega de su gente y es de los que le da vergüenza volver por su barrio y presentar a sus padres, hermanos y demás parentela.
Por no hablar de sus antiguos amigos de barrio, de los cuales también ha renegado, no sin antes contarles que él es el director de una gran fábrica o el tío imprescindible de una empresa maderera, y todo por no decirles la verdad verdadera, que trabaja en una puta funeraria, llevando fiambres de la casa del muerto de turno al hoyo del cementerio más próximo. Un estúpido es el que te dice, y siendo la última mona de su curre, es que nosotros, la empresa, hacemos esto y hacemos lo otro y como si el participara algo en el asunto de la política de su empresa. Un tío estúpido te vende por un plato de lentejas y después te intenta explicar que no le quedaba más remedio.
A un tío estúpido se le identifica porque viste entre pijo y hortera o sea que quiere ser lo que no puede ser y lo que no puede ser en éste caso, es ser un pijo. Un estúpido es un tonto con pretensiones que intenta disimular su procedencia social y si hace falta para ocultar ese rasgo, se viste hasta de margarita pija. En realidad padece de complejo de clase y por tanto reniega de su gente y es de los que le da vergüenza volver por su barrio y presentar a sus padres, hermanos y demás parentela.Por no hablar de sus antiguos amigos de barrio, de los cuales también ha renegado, no sin antes contarles que él es el director de una gran fábrica o el tío imprescindible de una empresa maderera, y todo por no decirles la verdad verdadera, que trabaja en una puta funeraria, llevando fiambres de la casa del muerto de turno al hoyo del cementerio más próximo. Un estúpido es el que te dice, y siendo la última mona de su curre, es que nosotros, la empresa, hacemos esto y hacemos lo otro y como si el participara algo en el asunto de la política de su empresa. Un tío estúpido te vende por un plato de lentejas y después te intenta explicar que no le quedaba más remedio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario