Parece mentira pero a veces uno se queda contento con nada o casi. Porque cuando uno quiere estar contento lo está y ya pueden venir chaparrones y temporales del Norte, que seguirás impertérrito siguiendo el mismo rumbo. Y bueno, en días como estos, el que salga un rayo de sol o el simple hecho de comprar cuatro cosas ricas, son motivo de celebración. Porque ¿como explicar mi estado de ahora?, como explicar que ahora estoy contento por casi nada, ¿por un día precioso y por comprar cuatro viandas ricas?. Pues por otra cosa no es.
A no ser que ya me levantara en ese estado, que hoy cuando salió el sol un rayo me dio en mi cara y me inundó de alegría. O sea que hoy amanecí bautizado o como también se dice, amanecí con el estigma. Y debe estar escrito en algún sitio que el día de hoy, sería otro día feliz en mi vida. Pero coño esas cosas se avisan al igual que avisan los meteorólogos del tiempo que se avecina. Que no cuesta nada mandar un correo diciendo: "tío que mañana vas a ser feliz como una perdiz".
Que sí..., que sí estás avisado previamente cambia mucho la cosa, pues en un día como el de hoy yo me hubiera levantado a las cuatro de la mañana y desayunado ostras con champán de lujo. Habría quedado con todo dios y para compartir con ellos mi desbordante alegría y el que no la quisiera compartir, pues que se jodiera. Alquilaría un yate de 30 metros y con patrón incluido y atracaríamos en la playa más remota de Menorca y en donde sólo sobreviven los cangrejos y los duendes. Hay días como el de hoy, que son días llenos de magia y yo sería el Druida de la tribu repartiendo poción mágica.
A no ser que ya me levantara en ese estado, que hoy cuando salió el sol un rayo me dio en mi cara y me inundó de alegría. O sea que hoy amanecí bautizado o como también se dice, amanecí con el estigma. Y debe estar escrito en algún sitio que el día de hoy, sería otro día feliz en mi vida. Pero coño esas cosas se avisan al igual que avisan los meteorólogos del tiempo que se avecina. Que no cuesta nada mandar un correo diciendo: "tío que mañana vas a ser feliz como una perdiz".Que sí..., que sí estás avisado previamente cambia mucho la cosa, pues en un día como el de hoy yo me hubiera levantado a las cuatro de la mañana y desayunado ostras con champán de lujo. Habría quedado con todo dios y para compartir con ellos mi desbordante alegría y el que no la quisiera compartir, pues que se jodiera. Alquilaría un yate de 30 metros y con patrón incluido y atracaríamos en la playa más remota de Menorca y en donde sólo sobreviven los cangrejos y los duendes. Hay días como el de hoy, que son días llenos de magia y yo sería el Druida de la tribu repartiendo poción mágica.
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