DE PERRITO FALDERO

Ya hace un par de años llamé a una antigua amiga o novia y hablando y hablando de esas cosas que se dicen cuando no te ves desde hace 30 años y que en el fondo, no te dices nada, pues eso, que hablamos de que en esos 30 años los dos nos buscamos muchas veces y por saber eso de como le iba al otro. Y pobre de mi y porque le dije que le busqué hasta por el Facebook y en ese momento oí una voz chillona que decía: "yo soy anti Facebook" y dicha, con dos pelotas. Y bueno y perdona antigua novia, pero que en la vida no todo es cara A o cara B o bueno, aunque sí lo es para algunos o algunas.

Los tópicos funcionan y de que manera. Hay otros que te escupen a la cara que ellos no ven nunca la televisión y con esa contundencia tan innecesaria. Y no ver la televisión y al parecer, es no poder verla NUNCA. Es como si hubieran hecho un juramento que les vincula el resto de su vida y hasta que la muerte los separe. Y después pasa que da la casualidad que los pillas en un renuncio y pegados al televisor y te dicen: es que están poniendo algo que me interesa mucho, pero yo nunca la veo. Ya sé que también se dice: que de éste agua nunca beberé, pero después tienes sed y ya estás echando un trago.

La filosofía de vida categórica es válida para que los que son categóticos en su funcionamiento y funcionan a base de latigazos para ser mejor o peor personas. Yo a ésta antigua novia, la recordaba más dulce como persona, pero ese aullido a través del teléfono me hizo ponerme en mi sitio y de repente, se me empezó a refrescar la memoria. Era dulce y cariñosa, pero también tenía sus momentos de obcecación espartana y cuandos se le metía una idea en la cabeza y aunque fuera la idea más peregrina del Universo, ella iba sóla a la guerra y si hacía falta, me llevaba por delante. Y menos que de aquellas me dejó, porque sino ahora a lo mejor estaba vestido de perrito faldero y ladrando bajito para no molestar a la fiera.

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JULIO CORTÁZAR