Pues parece mentira que a éstas alturas de la película, que aún haya gente que reivindique la validez de algunos Estados que hay por el mundo y que destilan olor a socialismo rancio. Si hay quién te habla de Cuba o de Venezuela o de la antigua Ucrania y como si eso fuera el paraíso al que hay que llegar y claro, yo me asusto y me entra el pánico. Estados fuertemente militaristas, con un excesivo culto a la personalidad del que lleva las riendas, donde las libertades democráticas escasean, donde hay élites nuevas que tienen el poder y todo el aparato de Estado a su servicio.No hay dictadura buena, todas son malas y son dictaduras y me importa un carajo el payaso que se ha subido a la parra y que por sus cojones proletarios me va a decir, que esto es bueno o es malo. No sé porque nos olvidamos tanto, que somos humanos y que necesitamos como agua de Mayo, las libertades. Y que sin libertades, no hay trato y que por mucha comida y que por mucha educación para el pueblo, yo no me bajo de mi caballo libertario. Es una verdadera pena que parte de esos señores que ahora reivindican las libertades, cuando llegaran al poder, serían ellos mismos los recortadores de las libertades. Y por eso no me fío ni un pelo de los que van de socialistas rancios y con una hoz y martillo tatuadas bajo se piel.
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