SUBESPECIE

Hay algún atontado suelto que te quiere convencer de que la vida es bella y que siempre lo será. Y es bella o a mi me lo parece, pero también es puta y jodida. Que no nos vendan la belleza como dulces caramelos. Que para que la vida sea bella, primero hay que pasar por varios calvarios y varias pruebas de fuego. Porque yo paso del atontado de turno que te dice: "que él siempre fue feliz y que todo lo que ve, es bello". Pues me temo que de pequeñito cayó en la marmita de la sopa boba y en esa sopa se quedaron sus neuronas. Hay gente que es hueca por dentro, que allí dentro sólo tienen pajaritos que cantan pío, pío.

Y lo peor del caso, es que ese tipo de gente bobalicona acaba adoptando hacia afuera el papel de buenos y por dentro tienen una mala leche que te cagas. Son los que con su bondad infinita meten cizaña y calientan por aquí un poco y otro poco, por el otro lado y al final, se enfrentan los demás y ellos salen como benditos salvadores del tinglado que sólo ellos han montado. Gente que siempre sonríe o que habla de las bondades como si fueran profetas.

Y yo me cago en ellos y me cago en su puto halo y en su puta historia. Prefiero tener enfrente al puto malo de toda la vida, a ese que se le ve venir a cada paso o a cada mirada o palabra y porque da la cara y porque no se disfraza. Los que van de santos santificados, me desquician y me entran ganas de darle una ostia para quitarle su máscara de payasos. No soporto a los que utilizan la bondad para hacer más daño que nadie y a ésta subespeice se olvidó dios de mencionarla en sus 12 mandamientos, pero yo no me olvidé de mencionarlos en los míos.


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JULIO CORTÁZAR