LA SOLEDAD

De todas formas y puntualizando mi anterior escrito, estoy acostumbrado a andar sólo por la vida y me importa un huevo y la yema del otro, que no me votaran ni las ratas. Lo digo, porque lo de antes era sólo una hipótesis o una paja mental. Estoy tan acostumbrado a andar sólo, a hablar sólo, a contestarme a mis propios razonamientos y montarme mis propias películas, que a veces me asusto de mi existencia, pues la soledad se ha convertido en una verdadera caricia y nada o poco, necesito gente a mi alrededor. Y me preocupa, porque socialmente no está bien visto y al final, me acabo viendo un bicho raro, que lo soy, pero no quiero ser un bicho raro en extinción. Bueno mientra me relacione a ratos con los demás y no me salgan alergias, yo pienso que voy por el buen camino o por el que quiero ir.

Siempre soñé con ello, siempre soñé con ser un tío libre y no dependiente y quizá algo de esto tendría que ver con mis peores épocas de mi vida, pues con la depresión se multiplicaban los deseos de ser un tio autosuficiente y el contraste entre lo real, que de aquellas, era deprimente y entre lo que deseaba, que era como el sol naciente y como las patatas crujientes, agudizaba mis depresiones y hasta lo más profundo de mi ser. Pero un matiz y por si no había quedado claro, nunca y nunca dejé de soñar. ¡Hombre! ahora, me veo el hombre de mi vida y de mis sueños y lo digo sin ningún exceso zalamero y sin ninguna petulancia. Me siento bien o muy bien y también tengo mis dudas, pero a las dudas las reconvertí en cosas positivas y eso es un don que no tenía antes.

Sólo, me encuentro bien y ya estas alturas de la vida y en que voy a cumplir los 60 años, creo que seguiré sólo hasta mi sepultura o hasta que me encineren en mi estufa de leña. De momento no le tengo miedo a la soledad, ya veremos cuando me cague yo sólo patitas abajo o cuando me mee o cuando no pueda andar. Pero bueno, para eso tenemos a Mapfre que es un seguro que nos asegura nuestro puente hacia la jubilación y además lo dice Rafael Nadal con su voz de repipí tocapelotas: Mapfre, la aseguradora global de confianza y por eso concluyo, que esa aseguradora vendrá a limpiarme el culo o me cambiará de dodotis y porque si es de confianza...¡ya se sabe!, se tendrá que comer toda mi mierda o eso, dice el anuncio.

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