LA LUNA Y TÚ (Poema)

Yo te pedí la Luna
 tú, me diste la mano y me dijiste:
la Luna es tuya
solo tienes que subirte a ella,
y desde aquella noche,
la Luna se interpone entre los dos
y yo duermo con su cara brillante
y tú duermes con su cara oscura.

Yo te pedí la Luna
y en cambio de decir:
sí, yo te la bajo,
me dijiste que sería mía si yo quería,
y yo te hice caso
e hice unas escaleras de nubes
y hasta el mismo cielo y hasta la misma Luna,
después pasó que...
pasó que me olvidé de que te quería,
y eso es lo que tiene la Luna,
que una vez que la conoces,
simplemente te enamoras de ella.