DOS CONCLUSIONES

Dos conclusiones:

Una, que a lo largo de 60 años, uno dice que ha tenido experiencias mundanas y a veces. un tanto guarras, pero por ahí no iba e iba de que siempre engrandecemos lo vivido y lo que fue una mierda de vida, que tampoco estuvo tal mal, la convertimos en un vivero de vivencias, en un vivero de vivencias únicas y personales. Y señores hay que ser más modositos y comedidos, pues como decía el otro, cuando tu vas yo ya estoy de vuelta o al revés y por tanto lo vivido es más simple de lo que parece y sino parase un momento y coger el aire. después veréis que sólo fue un instante, pues nuestra vida es eso, un sólo y único instante dentro de la inmensidad del universo.

Y la otra o segunda conclusión, está más difícil, pues yo sabía de una y no de la otra, pero no preocuparos mucho, yo me la invento de inmediato. Y la segunda conclusión es...es que lo que queda no es nada y más y como estoy yo, si estás a las puertas de la llamada tercera edad y en el puto preámbulo de la otra vida y que por cierto, que se llama muerte. Porque lo de la otra vida tiene su engaño y tal y como si fuera un simple cambio de coraza o de cuerpo y tu por dentro sigues vivo y lleno de estímulos. Pues no señor, una vez muerto ya no hay estímulos, ni placeres, ni sexo, ni besos, ni abrazos y solo hay el placer de la nada.

Y como epitafio ¿qué os puedo decir?. Pues que me quedan dos telediarios y medio y el medio me lo concedo de regalo de cumpleaños. Dicen las estadísticas que estoy en los dos tercios de la vida o sea, que he vivido 30 más 30 años, que en total son 60 y que me faltan por vivir otros 30. Los hombres viejos nos estamos acercando a la mortalidad de los 90 años y las mujeres más y porque siempre serán más que los hombres, bueno esto que digo si me dais el permiso de poder generalizar y porque en todos los sitios cuecen habas y también crecen estúpidos y estúpidas.

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JULIO CORTÁZAR