JAVIER O BRUNO

Mañana cumplo, mañana tendré 60 años y mañana será otro día distinto al de hoy y sino lo es, no preocuparos, ya me cuidaré yo de que así sea y porque un día así, tiene que ser un día especial y porque si uno se alegra de haber nacido, ¿quién se va alegrar?. Obama creo que no, ni la Merckel y el Mariano Rajoy, tampoco y además creo que le pusieron el nombre de Mariano con toda la mala leche del mundo, porque si yo fuera él, ya me habría rajado las venas en canal. Hay nombres innombrables, hay nombres que se lo iban a poner a su peor enemigo y de repente, la mujer tiene un parto y al final, se le queda ese nombre al puto niño recién nacido. Mi dilema es distinto, mi dilema está entre llamarme Javier o llamarme Bruno y Javier se quedó para los temas oficiales y Bruno, se quedó como nombre de guerra para andar por la vida.

Y la pregunta es : ¿Y quién es mejor, es Javier o lo es Bruno?. Pues mira Javier tuvo sus cosas y porque ese período con tal nombre duró hasta casi los 25 años y Javier lo pasó muy bien y folló todo lo que quiso y más. Folló, amó, luchó, pensó, se confundió muchas veces y también rectificó, pero el final de esa etapa no fue nada buena, el final fue sumamente confuso y dañino y todo por haber creído demasiado. Pues a Javier le gustaban las revoluciones liberadoras y resulta que al final de su etapa de vida, se dio cuenta que las revoluciones no siempre son liberadoras.

Y Bruno ¿a qué se dedicó?, pues Bruno sobre todo se dedicó a currar y como un loco y porque no le había quedado otro remedio. Y curró mucho y folló menos que Javier y porque no te puedes pasar toda la vida follando y no se puede estar currando y follando a la vez. Además Bruno quiso tener lindos hijos y para ello se puso en faena y de ese asunto salieron tres preciosos retoños. Por tanto, ¿que le queda por hacer a Bruno?, pues escribir un libro ya no y porque ya he escrito varios, plantar un árbol tampoco, porque me harté de plantar árboles y en tal caso, solo me quejo de una cosa, de no follar más, cosa que como ya dije, Javier si se había puesto las botas. Sí, son etapas de la vida y cada etapa tiene sus cosas, pero yo ahora tampoco pido tanto y pido que Bruno sea follado y que no me importa cambiar de postura, yo por follar estoy dispuesto a todo y a lo que me haga falta. Pero no penséis que estoy salido como un cerdo y si cojo un ladrillo me lo follo, pensar en más, en mucho más y que necesito un buen polvo como agua de mayo.

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JULIO CORTÁZAR