A QUIÉN VENGA A POR MI

Por lo demás, la vida sigue y sigue con esa cadencia diaria, con ese desayuno en el bar de la esquina, con esas conversaciones mañaneras que tanto me gustan, con esos saludos de ¡buenos días!, con ese sol invernal que te acaricia la mente y el cuerpo y la vida, con ese aroma a café que despierta mis sentidos, con esa tostada de pan con tomate y un poquito de aceite, con esa mirada de reojo que le echo al periódico local y porque no dice nada, pero por si acaso siempre lo repaso...con esa ganas de comerte el día y que el día de hoy, que sea el día más grande de todos, que después no le será, pero que me dejen disfrutar de esa sensación tan placentera...

No sé y yo sé que hoy es otro día, que hoy es otro día más, pero me gusta dejarme engañar por las sensaciones y hoy mi sensación es: que va ser un día extraordinario y lo va a ser, porque quiero que así sea y porque ya tengo 60 años y mi lema de ahora es: "disfrutar todo lo que pueda". Sabéis, cuando uno se empieza a ver un poco apretado de tiempo, a veces se dice: yo he vivido 60 años y a tope y hasta los topes, pero hubo momentos inciertos, hubo momentos muy malos y desagradables, pero ahora y ya en las puertas de la vejez, he decidido, seguir viviendo a tope, pero más que nunca y que lo resume muy bien una de mis frases favoritas: "para lo que me queda en el convento, me cago dentro".

Y es que no estoy dispuesto a dejarme atrapar por los marrones y por los pájaros de mal agüero y porque mi lema y mis ganas de vivir, están por encima de todo eso. Yo voy a sacar todo lo que puedo de cada momento y de cada instante y sacaré oro de cualquier lugar y sitio y plata y titanio y acero y sobre todo, sacaré muchos sentimientos y tejeré alfombras con mis besos y crearé mares de caricias y al que venga a por mi, lo crujiré y sus huesos me servirán de palillos...

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JULIO CORTÁZAR