Y bueno, sigo sin currar y eso no sé, si es malo o es bueno. Porque por un lado ya estoy curado, no del todo, de mi huevo, del que se puso hinchado como un melón y al que le hice todo tipo de fotos, pues cuando alguien quiera ver un huevo, pero huevo y del tamaño de una sandía o de un melón, yo le enseñaré mis fotos. Y por otro lado, empiezo a estar un poquito hartito y porque sin mi parte de curro, me falta una pata de la silla. Ya se sabe, el quiero y no quiero, quiero volver a currar, pero sin prisas, quiero volver a currar, pero con pausas y al final, quiero currar pero no quiero currar. De todas formas yo en mi cabeza tengo grabado y a fuego lento una máxima: currar es bueno para el cuerpo t es sano para el ama y lo es más, si tu curre te gusta y te entusiasma.
Por tanto, en cuanto me deje mi huevo, estaré currando. Además de eso vivo, de currar de médico y de ejercer de brujo de la tribu y pongo éste medicamento que resucita a un muerto y pongo ésta pamplina, para tirar de su hilo de vida. Y yo hago lo que puedo o sea, tengo ese manejo y esa constancia tan necesaria, para currar en las emergencias y mientras el cuerpo me aguante, yo seguiré en la brecha. Claro que ya no tienes el aguante físico de antes y el no dormir en tú casa lo pagas y con creces, pero ¿qué os voy a decir?, que hasta ahora no he visto ningún curre que no tenga su parte de sacrificio.
Además, yo debo considerarme un afortunado y porque me entusiasma mi trabajo. Me gusta eso de ir resucitando a personas ya medio muertas y les hablas y les tocas y aún no se enteran de nada y porque vienen de un largo y muy largo viaje...y si uno después de un viaje necesita un tiempo de adaptación, figuraros el que viene de un viaje por la muerte...Y por cierto, ninguno de ellos me ha explicado lo que hay al otro lado... pero yo persisto y sigo preguntando...y cuando lo sepa, os juro que os lo contaré.
Por tanto, en cuanto me deje mi huevo, estaré currando. Además de eso vivo, de currar de médico y de ejercer de brujo de la tribu y pongo éste medicamento que resucita a un muerto y pongo ésta pamplina, para tirar de su hilo de vida. Y yo hago lo que puedo o sea, tengo ese manejo y esa constancia tan necesaria, para currar en las emergencias y mientras el cuerpo me aguante, yo seguiré en la brecha. Claro que ya no tienes el aguante físico de antes y el no dormir en tú casa lo pagas y con creces, pero ¿qué os voy a decir?, que hasta ahora no he visto ningún curre que no tenga su parte de sacrificio.
Además, yo debo considerarme un afortunado y porque me entusiasma mi trabajo. Me gusta eso de ir resucitando a personas ya medio muertas y les hablas y les tocas y aún no se enteran de nada y porque vienen de un largo y muy largo viaje...y si uno después de un viaje necesita un tiempo de adaptación, figuraros el que viene de un viaje por la muerte...Y por cierto, ninguno de ellos me ha explicado lo que hay al otro lado... pero yo persisto y sigo preguntando...y cuando lo sepa, os juro que os lo contaré.
No hay comentarios:
Publicar un comentario