Y yo pienso: ¡es que es verdad! y a continuación, ya me he olvidado de cual es esa verdad tan grande como para tener que obsequiarle con un par de exclamaciones y eso demuestra lo efímeras que son las verdades, bueno, como las mentiras y como casi todo. Por tanto, no hay que tomarse la vida a la tremenda, aunque yo tengo que decir algo respeto a esto, porque yo pienso eso y hago lo contrario y ahí hay toda una contradicción y que ni los mejores psicólogos lograron descifrarla y ahora esa contradicción forma parte de los enigmas. Y ¿porqué Bruno piensa una cosa y hace la otra?, pues creo que es porque me gustan las contradicciones en sí y a veces, me gusta disfrazarme de ying y otras veces, de yang, pero además, odio ese equilibrio perfecto entre el ying y el yang.
Yo no puedo hacer que me entiendan, cuando no me quieren entender o que me escuchen o que me comprendan. Y claro, saldrán los bienaventurados con sus cánticos celestiales y porque eso, mi querido Bruno, no puede ser y no puede ser porque lo dicen ellos y nada más que ellos, bueno y su corte de acólitos apapostiados y los cuales siempre se hacen con unos harapos en forma de hábitos y se pintan el pelo de blanco, para tener aires más divinos y más divinos de la vida. Y el karma, el puto karma que nos tiene amargada la existencia y el mantra, el puto mantra que duerme hasta sus muertos y los hace ser imposibles de resucitar.
Yo de las terapias alternativas me quedo solo con lo bueno y si hacen un buen té, me lo tomaré y si se lían un buen canuto, me lo fumaré y hasta que me queme los labios y si se ponen a hacer meditación en las cumbres borrascosas y si éstas son preciosas y bonitas, me iré allí a meditar y si puedo, también a follar, pero que quede claro, yo voy por el sitio y no por su puto mantra o por su puto karma, ni por sus hábitos con estética de harapo, ni por supuesto, por su bondad de santo y porque pienso que la bondad y si la hay, no se comparte, ni se enseña y se tiene o no se tiene... y si la tienes, aprovéchala y hazte una buena persona, pero no te pongas a crear una Secta y porque casi todas las Sectas acabaron muy mal y no precisamente por haber demasiado bondad. Y mis queridos santurrones del mundo, yo me pregunto: ¿por algo será?.
Yo no puedo hacer que me entiendan, cuando no me quieren entender o que me escuchen o que me comprendan. Y claro, saldrán los bienaventurados con sus cánticos celestiales y porque eso, mi querido Bruno, no puede ser y no puede ser porque lo dicen ellos y nada más que ellos, bueno y su corte de acólitos apapostiados y los cuales siempre se hacen con unos harapos en forma de hábitos y se pintan el pelo de blanco, para tener aires más divinos y más divinos de la vida. Y el karma, el puto karma que nos tiene amargada la existencia y el mantra, el puto mantra que duerme hasta sus muertos y los hace ser imposibles de resucitar.
Yo de las terapias alternativas me quedo solo con lo bueno y si hacen un buen té, me lo tomaré y si se lían un buen canuto, me lo fumaré y hasta que me queme los labios y si se ponen a hacer meditación en las cumbres borrascosas y si éstas son preciosas y bonitas, me iré allí a meditar y si puedo, también a follar, pero que quede claro, yo voy por el sitio y no por su puto mantra o por su puto karma, ni por sus hábitos con estética de harapo, ni por supuesto, por su bondad de santo y porque pienso que la bondad y si la hay, no se comparte, ni se enseña y se tiene o no se tiene... y si la tienes, aprovéchala y hazte una buena persona, pero no te pongas a crear una Secta y porque casi todas las Sectas acabaron muy mal y no precisamente por haber demasiado bondad. Y mis queridos santurrones del mundo, yo me pregunto: ¿por algo será?.
No hay comentarios:
Publicar un comentario