SOLO LO DIGO POR MÍ

En realidad a mi me importa poco o nada lo perfectamente establecido, lo que viene escrito en las leyes, lo que son las normas sociales y las que nos indican lo correcto de nuestro funcionamiento y durante un tiempo y ya hace mucho tiempo, luché de frente y de cara contra ellas, pero también me di cuenta que no tenía hechas unas alternativas a su medida y altura o sea, que desde que me di cuenta de ello, lucho e intento abrirles fisuras y porque las tienen y porque no son perfectas, pero ahora, intento no amargarme con ello y sino puedo con una cosa, pues eso, que me voy a la siguiente. Y es que lo bueno de éste juego, es que nunca se acaba y necesitaría 7 vidas de gato, para recorrer todas las leyes y normas.

Y es que lo que realmente ha cambiado, es mi lista de prioridades y de vez en cuando meto caña y estopa a tanta burocracia legislativa, pero digamos que ya no la tengo en primer lugar. Ahora me preocupo más de disfrutar, de disfrutar del momento, de disfrutar de los entuertos o sea de disfrutar en general. No sé como decirlo, pero ahora me río más que antes y ya no me paso el día cabreado con todos lo ejemplos que nos brinda ésta mierda de sociedad. Ahora tengo a mi karma en modo calma, aunque a veces necesito los descargas de la indignidad y entonces, digamos que estoy en modo calma, pero siempre dispuesto para la batalla.

Y yo he luchado y he luchado mucho y sigo luchando contra molinos inexistentes o que los hay, pero que a propósito, yo engrandezco y porque tengo la necesidad de que mi enemigo sea fuerte y grande y si realmente no lo es, pues peor para él. Y ahora escojo mejor mis dianas, aunque solo al principio las escojo bien y porque una vez que me pongo mi brillante armadura, ya me pierdo entre batallas, sangre y trozos de carne. Y dicen que es bueno el conocerse uno a si mismo y yo pienso que a veces, es mejor no levantar las alfombras y por lo que puede haber por debajo y lo digo por mi y solo, lo digo por mi.

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JULIO CORTÁZAR