LO COMPLICADO

Hoy tendría que escribir un claro y contundente correo a alguien a quién quiero mucho, pero conociendo mi estado actual, lo tendré que aplazar, porque es de suponer que no van a ser cosas amorosas, bueno, en parte sí, pero en la otra parte está mi verdadero problema, está en el decir cosas que no gustan, cosas que abren viejas heridas, cosas que van a saber a amargas, cosas ácidas y puede que algo corrosivas. Porque a lo largo de mi vida, no he visto decir cosas duras sin que lastimen, porque lo duro siempre duele, porque lo duro se clava en las entrañas, porque lo duro es siempre frío y porque lo duro es poner las cartas sobre la mesa. Claro que, que se puede decir lo mismo siendo delicado y humano y por eso, quiero esperar, esperar que lo humano vuelva a mi.

Es simplemente buscar el momento más adecuado y sin tener que hurgar en las heridas ajenas, porque ya sé que sangran y que sangran a borbotones y a mi no me va lo de meter el dedo en la llaga. Decir lo que pienso, decirlo sin tapujos, ni medias tintas, pero hay muchas formas de decirlo y ahora sé, que no es el momento mejor y más adecuado. Y no huyo del tema, porque huir sería querer olvidarme y eso es lo último que quiero hacer, olvidarme, porque sé que sino lo digo, me moriré envenenado por mis propios pensamientos y ¡de eso nada monada!. Y como decía la canción: antes muerto que sencillo y por eso soy tan complicado.

Fácil explicación la mía, soy complicado porque no quiero ser sencillo, vamos porque no quiero ser uno más de la manada, porque sin comerme el coco no sé vivir y porque lo complicado me gusta y me gusta mucho y además si te acostumbras a lo complicado, al final, todo te resulta sencillo de resolver. Y ahí está la paradoja, que lo complicado se convierte en sencillo y porque en el fondo yo no sé vivir sin complicarme la vida y hasta a veces pienso, en sino tendré un Tumor dentro de mi cabeza.

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JULIO CORTÁZAR