UN NUEVO DECORADO

Cuando alguien está mal de amores, no se atiene a muchas razones o eso, dicen y digo dicen, porque estando bien de amores, tampoco y es más yo pondría muy en duda esa frase, porque las razones están fuera del amor y en cambio en el desamor algo participan y porque en el desamor sino te agarras a las razones ¿a qué te vas agarrar?. A lo que sientes pues no, porque los sentimientos han naufragado en un pozo sin fondo y o te vas al fondo con ellos o te agarras a las razones. De todas formas hay que contar con el instinto, el instinto de supervivencia, el mismo que sale cuando te ves ahogado en tus penurias y maldiciones y ese no se atiene a razones, porque solo es un instinto. Por tanto, te agarras a lo que puedes y te dejan...

Pero tú función primordial es el recomponerte: recoger los trozos de tu alma y como se hace en un puto rompecabezas, ir de pieza en pieza y al final, algo quedará de tu antiguo ser, un trocito, un simple trocito y un muñón de aquellas épocas. El resto lo pondrá tu instinto y tus ganas de vivir, aunque éstas estén en sus horas bajas. Yo confío que mi navegación solitaria llegue a buen puerto, porque nunca he dejado de confiar en mi y eso que he pasado por muchas, por muchas de todo, de mucha mierda marinera, de muchos lodos, de mucha basura y de muchos desperdicios, pero al final, siempre acabo asomando la cabeza.

No me rindo y porque esa palabra no está en mi diccionario, no me rindo porque la curiosidad me persigue, no me rindo porque mis pilas son de titanio. Hay mil causas y porqués y hay millones de razones que me indican que merece la pena seguir viviendo. Ahora estoy con el estímulo de mi casa y busco en su orden y en su belleza el olvido de mi tristeza y cada detalle es muy importante y porque ahora necesito un nuevo decorado, más brillante, más luminoso, más hermoso, más lustroso, más emocionante y más vital.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR