¿POR DONDE EMPEZAR?

Y bueno y ¿por donde empezar mis vacaciones?, porque éstas son mis verdaderas vacaciones, porque son las más deseadas y las más largas (son tres semanas). Como ya veis, empecé escribiendo y para demostrarme a mi mismo que podía seguir haciéndolo, que no me había olvidado, que mi dejadez de escritura fue debida a factores externos, digamos que fue debida a factores de trabajo, de dormir a trozos, de soñar a pequeños bocados, de arrastrar mi cuerpo desgastado y maltratado. Pero eso sí, sin películas, sin guiones de películas de héroes, sin un guión de salvador de vidas ajenas y que gracias a mi siguen viviendo muchas personas, porque ese pensamiento vale al principio, porque alguna vida sí que salvas y entonces engrandecen tanto un hecho de estos que necesitan ponerlo en un altar. Y vamos a ver una cosa, sí a me gusta mi trabajo y además disfruto con ello, ¿que necesidad tengo de construir altares?.

Es verdad que algunos hechos llenan tu ego y la verdad, es que nunca me voy a negar a sentir ese placer, pero lo que yo quiero decir, es que no se puede vivir de las hazañas, mejor dicho, que no se puede vivir SÓLO de las hazañas, que en la vida hay muchas cosas más. Digamos que el que vive sólo de sus batallitas, sólo podrá seguir viviendo mejor, si sus batallitas van in crescendo y eso supone obsesionarse y esclavizarse del tema. Hay mucho gente sencilla y sin nombre trabajando en las emergencias de cualquier tipo, pero hay alguna que no sabe vivir sin tener en el mes a mes una catástrofe o un terremoto y además, sabiendo que después de esto no habrá algo más fuerte.

Y seamos sinceros, hay gente que vive de ese cuento y por eso lo proclaman a bombo y platillo. Y yo tiendo a pensar que de pequeñitos ya eran así y si jugaban con los demás era para destacar y envilecer a los demás con sus hechos heroicos o que ellos decían que eran heroicos, porque siempre hay que saber venderse. Yo tuve compañeros y compañeras que soñaban con los tsunamis y rescates y por esa necesidad de cubrir su parte de héroe, pero resulta que después iban a una asistencia de la nuestras, por ejemplo a un accidente de tráfico y la humanidad les hacía aguas por todos lados, pero eso a ellos no les importaba, porque un simple accidente de tráfico no está hecho para su cuerpo de héroes, ellos necesitaban tener miles de muertos delante para que se le encendiera su luz de emergencia. Y la mía se encendió en éste mes de Agosto y porque necesito muy poquito para que se me encienda.

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JULIO CORTÁZAR