Hoy es Miércoles, todo el día es Miércoles y hasta mañana es Miércoles y ¡olé!. Me acuerdo la última vez que vacilé con el ¡olé! y por poco salgo escaldado...y a cada fase le ponía el olé de marras y como guinda del pastel y la otra persona pensó (porque de aquellas nos conocíamos muy poco) que a mi me iba el tema taurino...y nada hay más lejos de mi que el tema de los toros, pero ¿como se puede explicar eso a alguien que conoces muy poco?...porque sabéis una cosa, al principio de las cosas no se pueden y no se deben dar tantas explicaciones y el yo soy así y no soy asado y el me gusta esto y no lo otro...en fin, que nos debemos conocer poquito a poco y con mucho mimo y con mucho cuidado. Los primeros conocimientos no deben empezar vedados y llenos de prohibiciones y deben ser libres y de todos los colores, porque sino seríamos personas hechas a la "carta" y con el yo te quiero así.
Hay que dejar margen para las sorpresas y para que te puedan gustar cosas nuevas y bellas. De hecho suele pasar que lo que más te gusta de una persona, es su factor sorpresa, es ese algo que no entraba en tu idea previa sobre ella. Pues pasa que ese aspecto diferente te resulta lo más hermoso y es por lo que lo identificas y es más, por el que posteriormente recordarás a esa persona. A las personas se les recuerda por los pequeños detalles entrañables y no por sus grandes hechos. En los sentimientos no hay grandes hechos, ni hazañas bélicas, hay pequeños besos, hay suaves caricias, hay momentos intensos.
Lo que quiero decir, es que no se quiere a una persona por su globalidad, se le quiere por sus pequeños detalles del día a día y es que todos sus pequeños detalles conforman su globalidad y no al revés y porque la globalidad es una sensación construída a base de millones de detalles. Sabéis, yo recuerdo personas solo porque les gustaba comer o bañarse a la luz de la Luna. no sé, yo recuerdo a personas por los pequeños detalles que los diferenciaba de los demás y no por la generalidad de sus hechos.
Hay que dejar margen para las sorpresas y para que te puedan gustar cosas nuevas y bellas. De hecho suele pasar que lo que más te gusta de una persona, es su factor sorpresa, es ese algo que no entraba en tu idea previa sobre ella. Pues pasa que ese aspecto diferente te resulta lo más hermoso y es por lo que lo identificas y es más, por el que posteriormente recordarás a esa persona. A las personas se les recuerda por los pequeños detalles entrañables y no por sus grandes hechos. En los sentimientos no hay grandes hechos, ni hazañas bélicas, hay pequeños besos, hay suaves caricias, hay momentos intensos.
Lo que quiero decir, es que no se quiere a una persona por su globalidad, se le quiere por sus pequeños detalles del día a día y es que todos sus pequeños detalles conforman su globalidad y no al revés y porque la globalidad es una sensación construída a base de millones de detalles. Sabéis, yo recuerdo personas solo porque les gustaba comer o bañarse a la luz de la Luna. no sé, yo recuerdo a personas por los pequeños detalles que los diferenciaba de los demás y no por la generalidad de sus hechos.
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