Nos vimos en la cima


y también nos vimos al borde de las cloacas,
éramos los mismos pero con distintos trajes,
tú en la cima ibas con tacones altos
y yo en cambio, iba vestido de aire,
y abajo, en las cloacas, tú eras una flor hermosa
y yo era un escarabajo tocando el bajo,
pero nos entendíamos,
hablábamos distintos idiomas
y el lenguaje de signos era otra historia,
no sé, era mejor fundirse en abrazos y recitar
versos
no sé, era mejor soñar con dos cabezas,
la tuya, la constructora de formas
y la mía, la tejedora de letras
y juntos crearíamos figuras en otras dimensiones,
pero me temo que el viento ha entrado por mi ventana
y me ha dicho al oído:
cuidado con las encantadoras de serpientes,
porque con sus besos te inoculan su veneno
y por eso, yo sé que ya estoy muerto.
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