NO CAMBIAMOS TANTO...

                         Que siguen pasando las horas y los minutos, que un día se sigue de otro y en una cadencia infinita y se repiten los meses, los años, los cumpleaños y puede que las mismas caras de antes y porque nosotros tendemos a pensar que cambiamos mucho, que evolucionamos hacia no sé sabe donde, que somos mejores que antes y porque poco a poco envejecemos y se nos arruga el todo y desde la capa más íntima de nuestro Cerebro hasta la Epidermis de nuestra querida Piel y lo que yo quiero decir, es que todo esto envejece, pero envejecer no cambia nuestro espíritu ni nuestra esencia...por tanto somos más o menos los mismos, sólo que más viejos.Hay quién piensa lo contrario y se tiende a pensar lo contrario y ser parte de la evolución de las cosas y que yo no digo que pase eso, sólo digo o quiero decir, que no pasa tanto como se dice y se predica, es decir, nuestra esencia como persona es la misma o casi, que la de antes o la de aquellos lejanos tiempos jóvenes. A mi ponéis hace 40 años y ahora y sin verme el careto... antes, liso y suave y ahora, lleno de arrugas, seguro que me identificáis por mi forma de ser, de estar, de pensar y de actuar y porque en el fondo no se cambia tanto. Yo me he encontrado con personas que no veía desde hace 40 años y os juro, que en lo físico lógicamente han envejecido un huevo, pero en su forma de ser y de estar por la vida son tan parecidos entre el antes y el después que de alguna forma te asusta y porque a veces, no sabes si estás hablando con esa persona de hace 40 años llega un momento que todo te suena a "aparición fantasmagórica".

                         Yo más o menos me veo igual que antes: me veo con la misma ilusión con la vida, me veo igual de entusiasta, de valiente descerebrado, de iluso, de soñador, de curioso, de no saberme callar cuando callar es lo más prudente, de intrépido, de osado, de atrevido, de tierno, de cariñoso, de comerte a besos, de juguetón, de reírme de todo y de todos y yo incluido, de querer comerme el mundo (quizá en esto, un poco menos que antes)...y yo que sé, pero si puedo decir y concluir, que en muy pocas cosas he cambiado. Quizá he cambiado en que ahora no soy tan ambicioso y porque la vida te enseña a seleccionar tus objetivos e ir a por ellos y no a por todos. Quizá he cambiado en pensar dos veces las cosas y antes de decir sí o no o como también se dice, ahora cuento hasta 10 antes de decir nada y bueno y me supongo que también he cambiado en como me debo tomar las cosas y como debo asimilar los malos rollos, digamos que he aprendido a relativizarlos mejor pero desde luego no en un plan absoluto, es decir, he mejorado en esto y punto.

                          Vale, vale que todo lo que te aporta la experiencia lo has asimilado y ya no eres tan verde e inmaduro...pero vayamos por partes, porque la esencia del como eres como persona no te la cambia ni dios bendito, sigues siendo aquél buen o mal chaval que creía que los sueños se cumplirían y el mismo botarate descerebrado que pensaba que tenía que ir de primero en todo y porque alguien tenía que hacerlo y porque no sabía callarse ante nada y menos si lo que tenías delante olía a injusticia...

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