¿Nos conocemos?
o eso pensamos, que nos conocemos,
en realidad, tus ideas, tus dolores,
tus ansias, tus aciertos,
forman parte de un Yo que cada día muda sus desconciertos,
un Yo que ayer era parte de una causa perdida y casi olvidada
y que hoy, se reivindica como un YO en letras mayúsculas,
la vida nos enseña y nos enseña mucho,
digo, muchísimo,
pero nosotros también le enseñamos algo,
somos ese diminuta pizca de luz que vemos a lo lejos,
o esa fecha histórica que no aparece en los libros de historia,
somos fechas, somos datos informáticos,
somos teclas, somos moléculas y átomos,
somos números, somos humanos que a veces flotamos,
somos historia y somos una parte de la historia,
somos difíciles, de trato difícil, de idioma difícil,
de relaciones difíciles,
somos parcos de expresiones,
un gesto o una mueca y con eso nos llega,
la indolencia a veces, nos ataca
la indolencia, la condescendencia, la apatía,
la desgana...las pocas ganas...
y el día trascurre con tedio y monotonía
y una hora deja paso a la otra
y sin darnos cuenta,
la Luna acaba de encender las luces de la Noche.
o eso pensamos, que nos conocemos,
en realidad, tus ideas, tus dolores,
tus ansias, tus aciertos,
forman parte de un Yo que cada día muda sus desconciertos,
un Yo que ayer era parte de una causa perdida y casi olvidada
y que hoy, se reivindica como un YO en letras mayúsculas,
la vida nos enseña y nos enseña mucho,
digo, muchísimo,
pero nosotros también le enseñamos algo,
somos ese diminuta pizca de luz que vemos a lo lejos,
o esa fecha histórica que no aparece en los libros de historia,
somos fechas, somos datos informáticos,
somos teclas, somos moléculas y átomos,
somos números, somos humanos que a veces flotamos,
somos historia y somos una parte de la historia,
somos difíciles, de trato difícil, de idioma difícil,
de relaciones difíciles,
somos parcos de expresiones,
un gesto o una mueca y con eso nos llega,
la indolencia a veces, nos ataca
la indolencia, la condescendencia, la apatía,
la desgana...las pocas ganas...
y el día trascurre con tedio y monotonía
y una hora deja paso a la otra
y sin darnos cuenta,
la Luna acaba de encender las luces de la Noche.
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