Siempre hay motivos para seguir luchando
y nunca y nunca habrá una infinita bondad infinita
y donde todo lo humano se transformara en divino,
donde el odio fuera amor, paz y eternidad,
no, nosotros no somos así,
nosotros luchamos porque existimos
nosotros existimos antes de ser,
éramos proyectos y amagos de ser,
éramos embriones en una caja de zapatos
y ahora, nos toca ser adultos de ojos brillantes,
siempre y siempre...,
de ojos brillantes y pupilas dilatadas hasta la extenuación,
nos toca tener piel de melocotón
entremezclada con tiras de papel cartón,
llevamos ilusión, vendemos ilusión,
mercadeamos con ella,
la intercambiamos por comida basura,
corremos, andamos,
sonreímos menos de la necesario,
amamos frugalmente,
queremos lo que tenemos enfrente,
soñamos más con lo que sueñan de los demás
y nos olvidamos, de nuestros propios sueños,
vivimos más preocupados de lo que pasa a nuestro alrededor,
de que quiere aquél que me mira tanto
de porqué me mira,
porque pone esa sonrisa,
porque me saluda,
qué oscuros intereses tiene dentro de su mente,
y con lo fácil que sería preguntar:
y ¿tú porque me miras tanto?,
al fin y al cabo, se trata de ir al grano
y directos al centro...¿o no?
y nunca y nunca habrá una infinita bondad infinita
y donde todo lo humano se transformara en divino,
donde el odio fuera amor, paz y eternidad,
no, nosotros no somos así,
nosotros luchamos porque existimos
nosotros existimos antes de ser,
éramos proyectos y amagos de ser,
éramos embriones en una caja de zapatos
y ahora, nos toca ser adultos de ojos brillantes,
siempre y siempre...,
de ojos brillantes y pupilas dilatadas hasta la extenuación,
nos toca tener piel de melocotón
entremezclada con tiras de papel cartón,
llevamos ilusión, vendemos ilusión,
mercadeamos con ella,
la intercambiamos por comida basura,
corremos, andamos,
sonreímos menos de la necesario,
amamos frugalmente,
queremos lo que tenemos enfrente,
soñamos más con lo que sueñan de los demás
y nos olvidamos, de nuestros propios sueños,
vivimos más preocupados de lo que pasa a nuestro alrededor,
de que quiere aquél que me mira tanto
de porqué me mira,
porque pone esa sonrisa,
porque me saluda,
qué oscuros intereses tiene dentro de su mente,
y con lo fácil que sería preguntar:
y ¿tú porque me miras tanto?,
al fin y al cabo, se trata de ir al grano
y directos al centro...¿o no?
No hay comentarios:
Publicar un comentario