DE TI NO ESPERO CASI NADA

De ti no espero cartas,

ni mensajes, ni llamadas, ni nada de nada,

de ti espero poco o muy poco,

de ti me han caído los pilares y todo yace derruido

además de medio muerto y oxidado,

herrumbre y musgo construidos por los siglos,

y capas y capas de piel endurecida y encallecida

y solo rota por cráteres de volcanes de piel maltratada

de ti, me quedan penas y penurias

y llantos sin sollozos, ni lágrimas,

delante tengo un desierto lunar lleno de dunas y de dudas,

y el único Oasis que hay es el mío,

por suerte me sigo viendo verde,

lleno de agua, lleno de vida propia e impropia,

bien alimentado con profundos sentimientos,

y con una base sólida y bien cimentada,

yo me siento bien y eso es lo que importa,

y por eso mismo no quiero nada de ti,

tampoco esperaba nada

yo cuando escogí la maldita senda del silencio,

sabía que no sería tarea fácil

y porque a veces me muero de ganas de meter un grito desgarrado al cielo

y al mismo tiempo abrirme en canal todas mis cañerías y Venas,

pero yo no acepto el hacerme daño,

yo me quiero y por encima de todo,

y amo mis Venas y aprecio y mucho mi diezmado cuerpo,

claro que físicamente ya no soy el que era,

pero como he crecido tanto en alma y espíritu

yo me compenso a mi mismo,

y me siento viejo por fuera pero grande por dentro

y de verdad, no espero casi nada de ti,

bueno sí, que cuando me veas hagas ¡glup!

y seas tragada por el agua que nos bendice cada mañana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR