Hay que reconocer que la vida y nuestras historias son una puta pamplina mal contada y todo porque nos quejamos demasiado. Uyy me duele todo, he dormido muy poco, me pica un huevo, tengo alergias a todo, no me gusta el pescado, prefiero la carne, el tomate me produce diarrea, la fruta tiene que estar madura y los huevos los quiero de casa y recién cagaditos. Y tanta pamplina deforma nuestro relato diario y al final del día, hay más quejidos que gritos de satisfacción. Siempre hay más quejas y bufidos que descontrolados gritos de alegría. Nos puede más el lado negativo de las cosas. Siempre hay un pero en toda película y si esa película es la nuestra, el pero será el puto protagonista.
Y mira que nos enseñaron bien y lo comes o lo dejas y lo coges o lo tiro y sin peros ni puntos medios. Porque un pero es una especie de punto medio que se proclama por lo indefinido y ni tú ni yo y yo me quedo en tierra de nadie y viviendo en una choza con tejado y paredes construidas a base de interrogantes. Las arañas no se suspenden del techo y porque cuelgan del suelo. Los peces no son de agua y son de montaña. Los ríos no crecen de los mejores manantiales y son regueros de meadas, que más tarde confluirán en grandes ríos trucheros. Los pinos no dan piñas llenas de piñones, sino que dan almendras verdes y agrias. Los Búfalos no bufan y simplemente refunfuñan. Los tigres se pelean con los leones por un puto trozo de carne putrefacta. Los idiotas son más idiotas y porque solo le faltaba a un idiota ser de la secta de los neutros.
Lo neutro suele ser anodino e insípido y con olor indefinido. Lo neutro sabe a corcho y flota en cualquier superficie. Yo quiero ser neutral, decía el otro y para poder salir del atolladero...y efectivamente salió y fundó un país neutral sin letra de himno, de bandera blanca y fronteras de hilo endeble y superfluo...Claro que estaba rodeado de potencias agresivas que sólo querían guerra y en una de esa guerras inventadas por uno de esos países que solo querían guerra con sus vecinos, pues pasó que ese país neutral fue invadido por dos potencias que a su vez se repartieron el pastel y bajo un acuerdo salomónico: una mitad para tí y otra mitad para mi. A lo neutro le suele pasar eso y por eso suele ser carne del enemigo invasor.
Hablando neutramente...¿somo neutrones que nos tocamos los cojones? o ¿somos almas caritativas que al salir de misa damos limosna a los pobres?. Caridad y neutralidad, son parecidas. Neutrones... hagamos reuniones y en asamblea vecinal decidiremos si nos convertimos en revolucionarios o si seguiremos tirando de nuestra neutralidad. Aunque la decisión no depende de nosotros y porque somos neutrales, insaboros e insípidos y es que nuestra razón de ser está en esa tierra de nadie que hay entre el sí y el no.
Y mira que nos enseñaron bien y lo comes o lo dejas y lo coges o lo tiro y sin peros ni puntos medios. Porque un pero es una especie de punto medio que se proclama por lo indefinido y ni tú ni yo y yo me quedo en tierra de nadie y viviendo en una choza con tejado y paredes construidas a base de interrogantes. Las arañas no se suspenden del techo y porque cuelgan del suelo. Los peces no son de agua y son de montaña. Los ríos no crecen de los mejores manantiales y son regueros de meadas, que más tarde confluirán en grandes ríos trucheros. Los pinos no dan piñas llenas de piñones, sino que dan almendras verdes y agrias. Los Búfalos no bufan y simplemente refunfuñan. Los tigres se pelean con los leones por un puto trozo de carne putrefacta. Los idiotas son más idiotas y porque solo le faltaba a un idiota ser de la secta de los neutros.
Lo neutro suele ser anodino e insípido y con olor indefinido. Lo neutro sabe a corcho y flota en cualquier superficie. Yo quiero ser neutral, decía el otro y para poder salir del atolladero...y efectivamente salió y fundó un país neutral sin letra de himno, de bandera blanca y fronteras de hilo endeble y superfluo...Claro que estaba rodeado de potencias agresivas que sólo querían guerra y en una de esa guerras inventadas por uno de esos países que solo querían guerra con sus vecinos, pues pasó que ese país neutral fue invadido por dos potencias que a su vez se repartieron el pastel y bajo un acuerdo salomónico: una mitad para tí y otra mitad para mi. A lo neutro le suele pasar eso y por eso suele ser carne del enemigo invasor.
Hablando neutramente...¿somo neutrones que nos tocamos los cojones? o ¿somos almas caritativas que al salir de misa damos limosna a los pobres?. Caridad y neutralidad, son parecidas. Neutrones... hagamos reuniones y en asamblea vecinal decidiremos si nos convertimos en revolucionarios o si seguiremos tirando de nuestra neutralidad. Aunque la decisión no depende de nosotros y porque somos neutrales, insaboros e insípidos y es que nuestra razón de ser está en esa tierra de nadie que hay entre el sí y el no.
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