
¿Desde cuando somos parias?
los hay con título heredado,
los hay que se convirtieron por el camino,
y los hay de última hora y que mañana serán de otra cosa,
son los cambia chaquetas,
son los oportunistas
que cuando se quieren sentir como oprimidos
arriman el hombro a los parias de verdad
y cuando se quieren sentir de clase superior
se van al club naútico
y allí se piden un bitter kas
o al mismo aero club para ir a jugar al tenis
e intercambiar pareceres con sus congéneres de clase,
(pero éste me temo, que pertenece a un escalón superior)
y es que los pasos sociales hay que darlos poquito a poco,
sino corres el riesgo de atragantarte con tantas nuevas normas,
no puedes llegar allí y decir,
vengo de barrio obrero,
pero le puse la zancadilla a un compañero
y por eso, me han ascendido,
porque su primera norma de funcionamiento,
es no decir de donde sacaste la pasta
y el como la has conseguido,
si eres de buena familia burguesa
sabrás de lo que yo hablo,
hay que mantener la postura, la compostura
y los ademanes de que siempre has sido un niño rico,
(algunos le llaman a esto, postureo),
pero es la primera norma no escrita
de una buena educación burguesa,
después, tenemos la buena educación en el comer,
primero, no comer con los dedos,
segundo, no sorberse los mocos,
tercero, tienes que saber cuando se debe usar la pala,
cuarto, debes coger con finura el tenedor y cuchillo,
quinto, está prohibido hacerse pelotitas con lo que ya sabemos,
sexto y esto para mi es muy importante,
(pues mira que he llevado hostias por no hacerlo como toca),
el tenedor con la derecha que es lo que se lleva a la boca
(al igual que la cuchara)
y el cuchillo con la mano izquierda
y que nadie se olvide de que se deben coger
con los dedos índice, pulgar y anular
y si hacéis bien ésta norma
ya tenéis la mitad del cielo ganado,
y por supuesto,
nada de pedos y eructos
aunque creo que éstas dos últimas normas
tendrían que ser de aplicación universal
y de hurgar en la nariz, pues tampoco
antes, en mis viejos tiempos
existía una especie de manual de las buenas costumbres
y allí venían narradas todas éstas normas,
mi madre se lo sabía de cabo a rabo
y aún encima yo le salí zurdo y rebelde,
por tanto, siempre cogía los instrumentos al revés,
claro que mi madre lo que menos tenía
era santa paciencia
además, de tener el gatillo muy fácil,
y cada norma que yo no cumplía
era acompañada de una salva de hostias...
pero ya veis de lo que le sirvió,
tampoco quiero decir
que ahora coma con los dedos
y sorbiendo mocos y escupiendo en el vaso,
y echando pedos y vomitando a la vez,
yo tengo mis propias normas,
que no son tan de buenas costumbres
pero que tampoco son lo contrario,
es que no soy un cerdo
ni tampoco soy un finolis..
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