
Nos comeremos hasta los dedos,
después, escupiremos los huesos de uno en uno,
y hasta que no quede ninguno.
Seremos voraces como aves rapaces,
seremos leones con dientes de león
seremos lenguas de trapo dentro de una caja de zapatos.
Seremos esa especie de seres que tanto habla
y que al final, no dice nada,
seremos nosotros mismos mirando la luna,
de espejo están sus reflejos,
de luz de luna
servirán los ojos en blanco de aquél gato
que por cierto,
nunca ha dejado de maullar.
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