
Yo no te pido
que me hagas crecer como un poseído descontrolado,
porque para crecer o decrecer ya me basto yo sólo
y para poseer y como un poseso,
para eso están, los peores días de mi vida.
Ahora, ya no poseo nada,
es más,
reniego de poseer
y bajo mis normas y bajo mis condiciones.
Ahora,
busco un cuerpo libre,
con alma que no le quepa dentro,
con piel fina y sensible,
con cerebro veloz y rápido,
que dispare balas de palabras,
con brazos que cuando abracen
se fundan el hueso y la carne...
No hay comentarios:
Publicar un comentario