Sin título
éste poema se va a quedar sin título,
no merece la pena ni ponerle nombre,
pues el que lo escribo se siente clandestino
y anda escondido por las esquinas
y camuflado de ciervo con muchos cuernos,
le florecen los cuernos
y le fallan las personas...
Y es verdad,
que el que no llora no mama,
yo ya lo dije en su día
si quieres algo tendrás que sudarlo.
Pero yo no ando para ponerme medallas,
ni para que me las pongan,
porque en el fondo de las medallas, paso
y de la puta ostentación, también paso
y no paso de todo,
porque mi conciencia es una piraña.
Tengo ese sexto sentido
que me hace estar alerta y ojo avizor,
por si acaso me vienen mal dadas,
por si me aparece otra serpiente de cascabel,
quién sabe si ésta vez,
podré poner los pies en polvorosa
o si volveré a caer en el mismo agujero negro.

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