Si yo estuviera hecho de porcelana
ahora sería polvo de granito en el suelo de ésta habitación.
Parezco frágil y débil
pero como uso la ironía como arma arrojadiza
parece que voy salvando el pellejo
y hago un disparo irónico
y recojo astillas, serrín y polvo inútil.
Al final me demuestro
que yo no estoy hecho de porcelana
pero el otro u otra tampoco,
al fin y al cabo
todos somos carne con huesos
y con un trozo más o menos grande (según quién)
de cerebro libre pensador.

No hay comentarios:
Publicar un comentario