¿Y QUIÉN SABE?


Cuando la vida se retuerza de esa manera,

de esa manera en que fuera imposible poder respirar,

le agradecería al mundo

que me dejara en paz y morir en soledad.


Ruego...pero no ruego,

yo exijo que si un día me da

por cortarme las venas

o por meterme un chute que me mande al otro barrio,

cosa que dudo muy mucho

y porque el suicidio no está en mi película,

pero aún así y todo, siempre hay que decir... 

¿Y quién sabe?.

¿Y quién sabe lo que puede pasar mañana?.


Yo he visto casos peores,

yo he visto a algunos revolucionarios

que presumían de ser los más radicales del tinglado

y verlos tiempo después

convertidos en las peras más dulces de todo el rebaño.


Del grito radical

pasaron a la mamada integral.


He visto águilas que se comían las peores serpientes

y de repente

(y todos conocemos el como y el porqué),

pasaron a ser pajaritos todos dulces y melosos

que sólo piaban a la voz de su amo.


En realidad yo he visto y todos hemos visto,

tanta larva que se arrastraba en plan todo terreno

y para allanar el camino al poderoso que los iba a untar

y que al final ¿qué más da?

¿qué más da?...si el resultado final va a ser

que nos va a reventar por detrás...

pero no sé como deciros...

que yo prefiero reventar y morir con dignidad.

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JULIO CORTÁZAR