Mi merma
es haber querido demasiado
debí querer más poco a poco,
con más cordura
con más sosiego,
con más cautela,
como aquél señor que dijo te quiero
y en realidad,
le puso una mano en el cuello
y sino me quieres
atente a las consecuencias,
te puedo ahogar en dos segundos
y matar con dos disparos de aire.

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