No pretendo mostrar ningún camino,
los caminos están hechos antes de mi
y es de cada uno
saber interpretar el camino que más le conviene,
cada uno sabe los pasos que tiene que dar
y como darlos
y debe saber el riesgo al que se enfrenta,
hay molinos gigantes
que tienen aspas enormes
y a los que le encanta el vértigo,
como hay imitaciones falsas,
que parecen caminos
y están hechos sobre acantilados que caen al mar
y también hay monstruos que acechan en cada camino,
uno debe saber lo que se esconde detrás de los matorrales
y en las esquinas de esas ciudades enormes
en las que uno se puede perder para siempre.
Yo soy de ciudad,
pero de periferia,
nací cerca de un solar enorme,
jugué con la madre tierra y con el asfalto
y fui creciendo en un medio hostil de ciudad enorme
y por eso ahora,
me he convertido en hombre de pueblo o de aldea.

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