Que sería de mí sin la bruma de la mañana,
que sería de nosotros
si todo nuestro aire se condensara dentro de un vaso
y no podríamos salir del vaso
hasta que nos enviciáramos de puro vicio perverso.
Claro que eso...
si nos dejaran salir del vaso.
Aunque,
si cadenas tuviera
nosotros la romperíamos en mil pedazos
o si tuviera un muro de defensa como un castillo del medievo,
simplemente esperaríamos a que la marea subiera
y ella se encargaría de llevarse la arena y la muralla
y de paso, el castillo de mierda
y mientras nosotros
saldríamos del vaso
y para respirar aire del mar
en medio de la bruma de la mañana.

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