NUNCA SUPISTE EN QUE CONSISTÍA EL SILENCIO



Nunca supiste en que consistía 

el silencio.


Lo tuyo era hablar por hablar

era sentir por sentir

era sonreír y porque no, 

era reír por reír.

Reír con esa risa constante y repetitiva

que mantienen dos primates

y porque no tenían otra cosa que decir o que hacer.


Pero por el medio estaba el silencio.

Quedaba ese hermoso silencio completo,

 largo y sinuoso,

silencio que seseaba como una vieja serpiente

silencio que se deslizaba sin apenas decir palabra.


Y así debía de ser...

y tardes y tardes de profundo silencio

y mañanas dulcemente soleadas

mientras la lluvia en algún momento del día,

mostraría la seducción de su magia.

Y así, en pleno silencio

una gota de lluvia rozaría mis labios

mientras otra, caería por tu cuello de cisne negro.



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JULIO CORTÁZAR