Quizá llegue un día en que nos podamos entender,
podía ser en un día del mes de abril,
podía ser en un miércoles 15 de abril,
...15 de abril entre aguas mil y olores a jazmín.
Un día entre azules crecientes y mares ardientes,
con espadas en alto y carnes abiertas al sol.
Un día o noche entre el gato negro del tejado
y el perro hambriento de la calle.
Un día entre mis bostezos somnolientos
y éste atardecer de encantamiento.
Además, tengo que decirte en éste 15 de abril
que entre mis quimeras y las tuyas,
hay espacios en blanco y en tierra de nadie
que se parecen a los descampados de mi barrio,
tierra, hormigón, malas hierbas y una jauría de plásticos
y piedras que podían servir de misiles balísticos.
Hay también un cruce de calles que nunca se acabó del todo.
Hay una alameda con una hermosa arboleda toda despeinada.
Hay una manzana de viejos edificios que van enseñando sus huesos.
Hay una parada de bus sin marquesina
pero con dos grandes piedras donde la gente se sienta
y no dice nada.
Entre los dos,
apenas hay uno o dos kilómetros de distancia,
hay un bar que está en una curva
por eso, se llama bar "La Curva"
hay también un apeadero
todo derruido y desvencijado
y una antigua estación de tren
que después sirvió de chutadero
y por eso, florecen las jeringuillas como margaritas,
y que ahora es un nido de ratas todo putrefacto y maloliente.
Tú estás como a tiro de piedra
pero como yo no soy piedra
y como tú no eres hiedra,
nos hemos quedado sin vínculo.
Yo por mi parte,
seguiré creciendo con la luna.
Y tú por tu parte,
seguirás diciendo
que en otra era y en otro momento,
quizás sí o quizás no...
Lo que a mi me queda muy claro
es que nos veremos en el infierno,
y sí o sí...

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