¿Es posible apuntarse a las fuerzas del mal?
¿Es posible?
Tendremos tiempo de subirnos al carro de la maldad,
nos dejará respirar éste virus asesino
o como hoy en día hay teorías para todo,
entre ellas tenemos...
con tres aspirinas y un pequeño paseo diario
por la ribera de un río...
Yo os puedo asegurar y hasta ahí llego,
que no se arregla el tema problema,
que el virus asesino
seguirá campando a sus anchas,
y ya sean tres aspirinas
o tres polvos diarios
y sobre todo lo siento por mis paisanos gallegos...
ni con una empanada de mejillones o berberechos
se resolverá el tema.
De momento toca esperar
y no vendría nada mal,
que nos hicieran pruebas de una puta vez,
para saber si estamos infectados
o si estamos a punto de palmar
o si somos trasmisores sin enterarnos de que lo somos,
y tampoco estaría nada mal,
que nos dotarán de unas mascarillas en condiciones.
Como sanitario que soy,
exijo que si a su vez me exigen que trate a infectados,
y yo soy el primero en exigírmelo,
que me doten del equipo de protección necesario
(es lo mínimo),
que una cosa es ser sanitario
y otra, es ser un gilipollas suicida
y esto no es ruego
y esto mi querido Watson...
es una exigencia elemental.

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