RECUERDOS

 


De todo lo que vivimos apenas queda nada.
Como mucho queda un resquicio gris ceniza
que se deposita en el fondo de nuestra memoria.
Del recuerdo de un rostro
quedan unas manchas de moho difuminadas en la pared
y unas risas que a veces resuenan 
dentro del cajón de la mesilla.

A veces, 
soy capaz de ver desnudo tu cuerpo,
lo percibo más que lo siento:
ha perdido carne y algo de hueso
y ha ganado en aire y viento,
ahora... 
si abro la ventana 
sale despavorido por ser tan liviano.



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JULIO CORTÁZAR