No recuerdo como se movían tus músculos
pues lo que yo sentía era cuando en su conjunto
estaban contraídos o relajados.
Recuerdo la tensión y distensión de tus fibras musculares
y como al endurecerte
se tensionaba tu cara
y como al relajarte
ensanchaba tu cuerpo y tu figura.
Hay días que han nacido muertos
otros en cambio,
han nacido vivos
pero se han muerto por el camino
y por supuesto,
hay días que nacen y mueren vivos.
Y hoy el recuerdo de tus músculos y tendones
me han cargado de vida
y me han metido
un infinito chute de adrenalina.
Por eso y simplemente
voy a disfrutar de éste precioso viaje.

No hay comentarios:
Publicar un comentario