Lo que debería escribir,
es una cosa
y lo que realmente escribo,
es otra.
Dos posibilidades
dentro de un mundo imperfecto.
Dos alternativas
que yo pretendo
hacerlas contradictorias,
pero lo hago...
porque me gusta ser antagónico
y a poder ser,
siempre llevar la contraria.
Unos nacen sabidos,
otros nacen tristes y compungidos
o alegres de risa floja
pues a mi me ha tocado
ser un espíritu contradictorio
un poco veleta
y porque en definitiva
todo va a depender de donde sople el viento.

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