Es una buena pregunta que parece un poco de pardillo.
El mundo viene de donde él quiere venir y de como más te guste decir. La cuestión es unir el pasado al futuro, es darle la forma adecuada, es darle un sentido y para ello puedes partir del principio del origen del todo o coger de unos años para aquí y desde donde te salga de los cojones (de donde coño tu partas es tu puto problema)... porque la cuestión final es la misma y es que el mundo puede ser una mierda o puede ser una de las ocho maravillas. Vamos, que saber de donde venimos no nos va a dar la solución de nuestro futuro y si lo fuera, pues para eso están las mentes calenturientas que se dedican a interpretar el origen del mundo y los principios de nuestra historia.
Quiero decir y para no pecar de payaso... que está muy bien analizar el pasado, pero sin olvidar el presente y lo que nos queda por delante.
Y no es que me ponga en plan flamenco y que me importe una mierda nuestra procedencia, pero a lo que no estoy dispuesto es que las tradiciones de donde venimos se conviertan en nuestras cadenas humanas e inhumanas.
Si hay que romper con todo, se rompe, si hay que destrozar los prejuicios, se destrozan sin dejar ninguno a flote y entonces vendrán otros tiempos futuros que seguramente no conocemos y serán tiempos nuevos y mejores. Pero en sí, la duda sobre nuestro futuro es buena, la duda nos hace avanzar.
Pues resulta que en la sociedad en la que vivimos, la duda no está permitida o está infravalorada. Ser un tío seguro por fuera y aunque por dentro estés temblando de miedo y de inseguridad, tiene un valor casi absoluto y serás calificado como una persona que va a dar el pego. Tendrás el éxito social asegurado y aunque por dentro seas un puto pelele de piel y trapo.
Y si estás inseguro de ti mismo y por fuera y por dentro, serás un tío débil que siempre va a sobrar en ésta sociedad. Serás clasificado como un desperdicio social, un flojito de mierda, un endeble y un muy poquita cosa.
Y si eres un tío que además te basas mucho o muchísimo en tu pasado y antepasados y haces honor y con fe ciega en las tradiciones más rancias y obsoletas, serás la ostia bendita y serás el puto rey de lo rancio. Yo odio (odio...de esa manera que al final no lo es tanto) a los que interpretan el mundo basándose en que siempre se hizo así y toman ese hecho como una verdad absoluta e inamovible y como si fuera un verdadero acto de fe.
Que nadie se sorprenda con que en estos tiempos negros en que vivimos resurjan los odios racistas más profundos, las envidias más cochinas, las patrias feudales con sus castillos medievales y por supuesto que se imponga de nuevo la Santa Inquisición y venga a rodar cabezas.
Lo antiguo, siempre hay que verlo desde una perspectiva de que fueron otros tiempos y que haremos lo que sea para extraer de ellos lo mejor que han tenido, pero eso sí, a la vez repudiando lo malo y lo peor que nos han dejado como herencia.
Cosa que no hacen los islamistas, católicos y protestantes más ultra ortodoxos, pues ellos sólo quieren volver a lo más oscuro y más primario de nuestro pasado. Y eso a mi personalmente, me resulta cuando menos, que aterrador.

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