NACÍ DISLOCADO

 


Nací dislocado 

dislocado de sentimientos.

Me hicieron amar una patria que jamás pude amar.

Intentaron hacerme competitivo, desleal y mal compañero.

Me salí por la tangente y por la puerta de atrás.

Declaré la guerra a tumba abierta contra la mediocridad.

Me dieron palabras como armas

y no entendían que yo solo quería paz.

Me dijeron esto se hace así

y de esta manera se hace lo de allá. 

Me dictaron normas, leyes, reglas,

números y largos protocolos

y como no surtió efecto

se pusieron a hablar

de cárceles y castigos ejemplares

y me volvieron a amenazar

con lo mal que lo iba a pasar.

Me hicieron juicios sumarísimos

y en todos salí condenado.

Ahora...

me estoy recuperando de mis heridas

y hago recuento de mis frustraciones y desilusiones.

Y he concluido

que al final del todo,

siempre queda y como último recurso

¡el poder de la memoria!.

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JULIO CORTÁZAR