Palabra contra frase
Había un camino para ir
y otro para no ir,
di un paso.
Crecieron margaritas en los márgenes
y entre ellos
fui palabra contra frase.
Anduve, caminé, paseé.
Anocheció y ya no veía el camino
pero seguía en él
y mis pies
dibujaban el sonido.
Llegué sin estar
completamente segura
de haber querido llegar.
Y a pesar de eso grité
que ese camino,
que no era el mío,
era yo.
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Dulce floración
Plantar semillas de no sé qué
y marcharme a otra cosa.
Dormir en un cuarto que no es mío,
lleno de cosas que no son mías.
Comprar chocolate
para la niña que me habla,
ofrecérmelo a mí misma.
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Nubes, casas, noche
Me gustan más las nubes que las casas.
Se sonrojan un instante antes
de que la noche se las trague.
La noche es la gran casa,
nos espera sin moverse.
Pero me gustan más las nubes.
Pasean lo que está pasando,
dos hacen una:
nada que ver
con ningún invento humano:
las casas,
la noche.

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