Pero el mono tira. El mono tira mucho más de lo que podamos pensar. Y por eso estoy escribiendo, porque un día sin dar palo al agua con la escritura, me desquicia y le acabo robando a mi madre y a mi padre lo arruino (como hacen los yonquis), pero en mi caso, yo escribo por encima de todo y hasta por encima de mis principios. De todas formas digo mucho y yo con esto que hago, no le hago daño a nadie y sólo son faroles que me echo. Tengo derecho a trabajar y eso hago, pero también tengo derecho a cagarme en todo después del trabajo.
Y pasa que después de currar sueñas con sangre y con la mirada fija y perforante de un muerto. Yo, que quiero dar de vida a todo, yo que quiero que resuciten los muertos y que anden y me hablen y que me digan que hay después del túnel oscuro y negro, que se llama, muerte. Pues que nada, que después de más de mil o cien mil muertos resucitados, ninguno me ha dicho nada, se quedan como mudos y guardando su secreto. A un tío vivo le apretaría sus huevos y hasta que cantara o silbara, pero a un muerto y con sus huevos casi necrosados, que le puedo pedir, ¿qué cante la Internaional por soleares?.
Que no, que tengo que pasar página. Que ya se acabó la guardia y que gracias a unos cambios de guardia que hice anteriormente, tengo 9 días libres y que son como unas microvacaciones. Pues nada, que a mirar hacia delante, que el tren de la vida sigue su marcha y me subo de nuevo o me quedo en aguas pantanosas. Luchar y vivir, vivir y luchar y hasta que el tren se pare, pero mientras tanto no dejaré de disfrutar. Hay tanto por disfrutar, que hoy soy incapaz de apreciarlo. Pero mañana será otro día...y volverán las aguas a su cauce.
Y pasa que después de currar sueñas con sangre y con la mirada fija y perforante de un muerto. Yo, que quiero dar de vida a todo, yo que quiero que resuciten los muertos y que anden y me hablen y que me digan que hay después del túnel oscuro y negro, que se llama, muerte. Pues que nada, que después de más de mil o cien mil muertos resucitados, ninguno me ha dicho nada, se quedan como mudos y guardando su secreto. A un tío vivo le apretaría sus huevos y hasta que cantara o silbara, pero a un muerto y con sus huevos casi necrosados, que le puedo pedir, ¿qué cante la Internaional por soleares?.
Que no, que tengo que pasar página. Que ya se acabó la guardia y que gracias a unos cambios de guardia que hice anteriormente, tengo 9 días libres y que son como unas microvacaciones. Pues nada, que a mirar hacia delante, que el tren de la vida sigue su marcha y me subo de nuevo o me quedo en aguas pantanosas. Luchar y vivir, vivir y luchar y hasta que el tren se pare, pero mientras tanto no dejaré de disfrutar. Hay tanto por disfrutar, que hoy soy incapaz de apreciarlo. Pero mañana será otro día...y volverán las aguas a su cauce.

No hay comentarios:
Publicar un comentario