Y las fotografías en blanco y negro. Esta ya son la hostia, en donde jugar con las sombras es como un juego de malabarismo. El mismo objeto, la misma persona, en la misma posición y en la misma postura, según el enfoque y toma, según uno juegue con las sombras, pues salen fotografías totalmente diferentes. Ésta, la fotografía en blanco y negro, demuestra que hay personas que sí, que pueden ver a través de uno, pueden ver en otra dimensión, que para la mayoría de los mortales, entre los que me incluyo, es simplemente un simple plano, es una simple fotografía en blanco y negro.
Reconozco que los dibujantes y pintores son los verdaderos amos del cotarro. Ellos, tienen que tener una imagen fotográfica y al mismo tiempo tienen que tener el poder, el poder de saber transformar esa fotografía en blanco y negro, en algo subjetivo, en algo que sólo ellos ven. Ese arte de jugar con las sombras, sólo lo tienen o tuvieron muy pocas personas a lo largo de la historia. Repito que hay cuadros o dibujos en que es imposible de plasmar objetivamente la perspectiva que le da el pintor o el dibujante. Sólo él, la tiene en su coco. Y cuando ves esa proyección alucinas, piensas que no puede ser cierto. Que es una proyección inventada e inexistente. Pero si insistes un poco más y vuelves a remirar el cuadro o dibujo, irás encontrando que esa proyección es posible, y es más, por fin entenderás que esa proyección es real, que es real y palpable. Aunque quizá, para verla realmente tengas que hacer el pino o tirarte en el suelo o subirte en una escalera. !Todo, absolutamente todo, es posible!.
Y todo esto que digo, no es para nada contraditorio con el juego de los colores y aquí, si entra la buganvilla. Pero ahora, no voy a hablar de la Buganvilla, sólo de los colores. A mí me encanta el juego de los colores y no sé, si en parte porque no tengo el don de ver y mirar en su justa medida a las sombras que nos cobijan. Bueno, ver las veo, pero no soy capaz de transmitirlas en fotografías o en dibujos o en pinturas. Quizá lo que más me aproxime a ellas, sea la escritura. Porque ésta es otra forma de ver y describir las sombras. Me viene a la mente ese alucinante libro:"La Sombra del Viento", que para mí es una de las maravillas literarias (hay otros, pero ahora estamos con el juego de las sombras). Alguien me puede decir, ¿Que sombra tiene el viento?, nadie me lo podrá decir. ¿A que no?. En cambio, la sombra del viento nos dice muchas cosas, por lo menos a mi. Nos dice que hay una sombra pero en realidad no la hay y por tanto esa sombra está dentro de la imaginación de cada uno. Yo no sé como explicar que tipo de sombra da el viento, en cambio la tengo en mi cabeza. Es algo tan subjetivo, tan hondo y tan íntimo, que no lo puedo expresar adecuadamente, no encuentro palabras, en cambio tengo las sensaciones conmigo y esas son las que me permiten dilucidar que no me suene a extraño que el viento tenga su propia sombra. ¿Se me entiende, lo que quiero decir?. ¿Se me entiende?.
De los colores, sólo quiero hacer una pequeña referencia. Cuando yo veo cuadros abstratos o cuadros en los que sólo aparecen colores, en lo que yo me fijo es en la combinación de los colores o de los dibujos abstratos y su relación con los diversos colores. Por lo menos es lo que hago yo, el resto que haga lo que quiera. Hoy ví en un escaparate de una tienda de pinturas, unos pequeños grabados, en los que sólo aparecían colores. Y resulta que eran preciosos y bellos, no contenían ni siquiera un dibujo, sólo contenían colores. Y esa composición, esa combinación de colores, era un lujo para la vista, un arco iris en un pequeño cuadro comprimido.
Y todo esto que digo, no es para nada contraditorio con el juego de los colores y aquí, si entra la buganvilla. Pero ahora, no voy a hablar de la Buganvilla, sólo de los colores. A mí me encanta el juego de los colores y no sé, si en parte porque no tengo el don de ver y mirar en su justa medida a las sombras que nos cobijan. Bueno, ver las veo, pero no soy capaz de transmitirlas en fotografías o en dibujos o en pinturas. Quizá lo que más me aproxime a ellas, sea la escritura. Porque ésta es otra forma de ver y describir las sombras. Me viene a la mente ese alucinante libro:"La Sombra del Viento", que para mí es una de las maravillas literarias (hay otros, pero ahora estamos con el juego de las sombras). Alguien me puede decir, ¿Que sombra tiene el viento?, nadie me lo podrá decir. ¿A que no?. En cambio, la sombra del viento nos dice muchas cosas, por lo menos a mi. Nos dice que hay una sombra pero en realidad no la hay y por tanto esa sombra está dentro de la imaginación de cada uno. Yo no sé como explicar que tipo de sombra da el viento, en cambio la tengo en mi cabeza. Es algo tan subjetivo, tan hondo y tan íntimo, que no lo puedo expresar adecuadamente, no encuentro palabras, en cambio tengo las sensaciones conmigo y esas son las que me permiten dilucidar que no me suene a extraño que el viento tenga su propia sombra. ¿Se me entiende, lo que quiero decir?. ¿Se me entiende?.
De los colores, sólo quiero hacer una pequeña referencia. Cuando yo veo cuadros abstratos o cuadros en los que sólo aparecen colores, en lo que yo me fijo es en la combinación de los colores o de los dibujos abstratos y su relación con los diversos colores. Por lo menos es lo que hago yo, el resto que haga lo que quiera. Hoy ví en un escaparate de una tienda de pinturas, unos pequeños grabados, en los que sólo aparecían colores. Y resulta que eran preciosos y bellos, no contenían ni siquiera un dibujo, sólo contenían colores. Y esa composición, esa combinación de colores, era un lujo para la vista, un arco iris en un pequeño cuadro comprimido.

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