No sé muy bien el porqué, pero siento que las astros me favorecen, que el sol sale siempre por el mismo sitio, pero ahora me siento con el poder de que salga por donde yo quiero y por tanto, cambio el decorado a mi antojo y un día pongo el sol bonito y rojo y otro día, le pinto un par de nubes y para que se sienta acompañado o porque simplemente, así me gusta más el paisaje. Y es que pase lo que pase, yo sigo andando con la cabeza bien alta y no me doblega nada, ni la vida, ni las miserias que tiene o que intuyes que están por llegar y porque ellas, siempre llegan. Claro que ahora mi lema es: "que me quiten lo bailado" y "que le den por el culo al mundo" o "para lo que me queda en el convento me cago dentro".
Lo que quiero decir, es que hoy en día lo que quiero y por encima de todo, es disfrutar del momento y sin usar paracaídas y hasta que me coma la tierra o yo me la coma a ella. Hoy y ahora, no quiero tener precauciones y porque las precauciones limitan tus sentidos y retuercen tus pensamientos más nítidos y limpios. Y es que sigo empeñado en seguir viviendo en la cuarta dimensión y en donde no existe el tiempo, ni los prejuicios, ni la explotación, ni el paro, ni el hambre, ni la miseria y porque todo es mágico y como si estuviera viviendo en un PUTO cuento de hadas. Por cierto, las hadas cada día están más bonitas...
Bueno, son cosas de la magia potagia y de las historias que uno se monta y yo estoy tan receptivo a los sentimientos, que hasta a veces me producen dolor, dolor de alma o almitis. Antídoto: volver a la puta tierra y meterme y de lleno en la selva de los putos problemas. Y vosotros ¿qué hariáis en mi caso?, ¿seguir en la cuarta dimensión o descender sin alas a la dureza de la vida?. Por tanto, queda muy clara cual es mi elección. Y por cierto quién quiera encontrarme, ya sabe que estoy en la cuarta dimensión y allí no hay direcciones y solo existen sentimientos a raudales.

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