Yo que un día te quise siempre,
me encontré de repente,
que te quise solo un día.
Pero ese día, te quise tanto
que te quise solo un día.
Pero ese día, te quise tanto
y con tanta intensidad
que mi mandíbula sigue cerrada a cal y canto.
Desde ese día me he quedado sin poder decir nada más.
que mi mandíbula sigue cerrada a cal y canto.
Desde ese día me he quedado sin poder decir nada más.

No hay comentarios:
Publicar un comentario