Que pasaría
si ese gigante que a veces me acecha
de forma tan inhumana y tan descontrolada,
no fuera yo capaz de ponerlo a buen recaudo
y bajo unas inmensas rejas
y unos potentes candados.
Mi ego y yo,
yo y mi ego,
a veces,
los dos vamos de la mano
y otras veces en cambio,
estamos uno frente al otro
y en distintas trincheras
y a tumba abierta y guerra a muerte
y nunca paramos
hasta que uno de los dos
le arranque al otro
las entrañas y su corazón palpitante.
Y entonces es cuando pienso...
¡que así...me va!.

No hay comentarios:
Publicar un comentario